Había una vez una bruja buena que se llamaba Brujiescoba. Ella salía de noche con su escoba cuando la luna llena alumbraba su camino.
Un día los brujisobrinos le habían roto la brújula. Brujiescoba quería ir al norte y fue a parar a Bariloche. Ella tenía frío y no quería estar allí. Entonces hizo un hechizo “ABRA CADABRA COLA DE CABRA, EBRE QUEDEBRE PATA DE LIEBRE, ABRA CADABRA COLA DE TORO”, luego de decir estas palabras Brujiescoba pudo llegar a su casa.
Un día los brujisobrinos le habían roto la brújula. Brujiescoba quería ir al norte y fue a parar a Bariloche. Ella tenía frío y no quería estar allí. Entonces hizo un hechizo “ABRA CADABRA COLA DE CABRA, EBRE QUEDEBRE PATA DE LIEBRE, ABRA CADABRA COLA DE TORO”, luego de decir estas palabras Brujiescoba pudo llegar a su casa.
Camila Altamirano Meza
2º B Turno Mañana
E.P. Nº 1 Juan B Alberdi
LOS NIÑOS PERDIDOS
Había una vez unos hermanos llamados Juliana y Federico. Estos eran muy buenos hermanos porque compartían todo.
Los chicos vivían a tres cuadras del mar.
Un día de calor bajaron a la playa. Allí hicieron castillos de arena, jugaron a la pelota, se enterraron en la arena y se zambulleron en el mar. Mientras chapoteaban en el agua vino un viento muy fuerte y los llevó la corriente hacia la parte más alejada de la playa. Las olas los paseaban de un lado a otro, hasta que llegaron a una isla perdida cuya existencia no era conocida por otras personas. A partir de ese momento los únicos que la conocían eran Julieta y Federico.
En la isla los niños caminaron mucho, se cansaron y al cabo de un tiempo encontraron unas palmeras.
Federico, que era el más ágil y fuerte trepó a una de las palmeras y sacó cocos. Primero los partieron y después tomaron el agua ya que el agua del mar era muy salada y no tomaban líquido desde que se habían perdido.
A orillas del mar, los chicos, encontraron una tortuga marina gigante entonces jugaron con ella el resto de la tarde.
A los días Juliana y Federico vieron que pasaba un barco cerca de la isla, entonces comenzaron a hacer señas. En ese instante prendieron unas ramas para que supieran donde estaban con señales de humo.
Finalmente los niños fueron rescatados y llevados a su casa junto a sus padres, por lo que estaban felices.
Los chicos vivían a tres cuadras del mar.
Un día de calor bajaron a la playa. Allí hicieron castillos de arena, jugaron a la pelota, se enterraron en la arena y se zambulleron en el mar. Mientras chapoteaban en el agua vino un viento muy fuerte y los llevó la corriente hacia la parte más alejada de la playa. Las olas los paseaban de un lado a otro, hasta que llegaron a una isla perdida cuya existencia no era conocida por otras personas. A partir de ese momento los únicos que la conocían eran Julieta y Federico.
En la isla los niños caminaron mucho, se cansaron y al cabo de un tiempo encontraron unas palmeras.
Federico, que era el más ágil y fuerte trepó a una de las palmeras y sacó cocos. Primero los partieron y después tomaron el agua ya que el agua del mar era muy salada y no tomaban líquido desde que se habían perdido.
A orillas del mar, los chicos, encontraron una tortuga marina gigante entonces jugaron con ella el resto de la tarde.
A los días Juliana y Federico vieron que pasaba un barco cerca de la isla, entonces comenzaron a hacer señas. En ese instante prendieron unas ramas para que supieran donde estaban con señales de humo.
Finalmente los niños fueron rescatados y llevados a su casa junto a sus padres, por lo que estaban felices.
Producción colectiva
Alumnos de 3º C Turno Tarde
E.P. Nº 1 Juan B Alberdi
LOS DUENDES MALVADOS
Dos amigos que eran investigadores habían ido a una cueva a investigar.
Brian le decía a su amigo Alexis que, en un rincón había un diamante grande. Cuando lo quisieron agarrar aparecieron, de repente, unos duendes con rostros horribles. Cada vez aparecían más duendes.
Brian y Alexis corrieron hacia la salida pero no los dejaban salir. Trataron, entonces, de buscar la guarida de los duendes.
Mientras la buscaban encontraron un libro que decía como eliminarlos. Entonces tomaron agua de un gran pozo y se defendieron arrojándosela a los duendes. A medida que el agua tocaba su cuerpo estos se iban achicando hasta convertirse en polvo.
Brian y Alexis lograron salir de la cueva con el diamante enorme y lo entregaron al alcalde.
La gente del pueblo estaba contenta sin los malvados duendes y los dos amigos continuaron investigando otras cuevas, pero…menos peligrosas.
Brian le decía a su amigo Alexis que, en un rincón había un diamante grande. Cuando lo quisieron agarrar aparecieron, de repente, unos duendes con rostros horribles. Cada vez aparecían más duendes.
Brian y Alexis corrieron hacia la salida pero no los dejaban salir. Trataron, entonces, de buscar la guarida de los duendes.
Mientras la buscaban encontraron un libro que decía como eliminarlos. Entonces tomaron agua de un gran pozo y se defendieron arrojándosela a los duendes. A medida que el agua tocaba su cuerpo estos se iban achicando hasta convertirse en polvo.
Brian y Alexis lograron salir de la cueva con el diamante enorme y lo entregaron al alcalde.
La gente del pueblo estaba contenta sin los malvados duendes y los dos amigos continuaron investigando otras cuevas, pero…menos peligrosas.
Cristian Linardi
5º B Turno Mañana
E.P. Nº 1 Juan B Alberdi
1 comentarios:
Preciosos los textos ¡¡bravo chicos!!
continuen creando y escribiendo.
A las docentes y creativas ¡¡Bravo por el esfuerzo y la creación de tan lindo recurso!!
Publicar un comentario