Son las palabras las que se entrelazan e iluminan haciendo realidad la creación de este blog del café literario de las escuelas primarias del distrito de Lanús.
Siempre dispuestos a los desafíos y teniendo en cuenta las “nuevas alfabetizaciones,” decidimos iniciar esta etapa asignándole la importancia que tiene la lectura y la escritura en el manejo de las TIC, para no quedar al margen de las transformaciones de la sociedad actual.

Que disfruten plenamente de esta edición.

Comisión Distrital
2.009

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Entrevista a la Sra. Ana María Casadamón -Inspectora Jefa Regional de Educación de Región 2

Continuación de la entrevista

Si desean escuchar más detalles de la entrevista mantenida con la Sra. inspectora Jefa Regional, Ana María Casadamón, presionen en el siguiente link donde podrán oir o bajar el archivo de audio:

http://entrevistaLanus.mypodcast.com

Café literario 2.010

Café Literario 2010 on PhotoPeach

22 de octubre de 2009

E.P. Nº 66

EL DESPERTAR DE CLEOPATRA

Todo comenzó en el Antiguo Egipto, en el año 69 antes de Cristo. Allí se encontraba Cleopatra. Ella era una niña preciosa y amable. Pasaron dieciocho años cuando heredó el trono y esa pequeña, poco a poco, se fue transformando en una mujercita llena de joyas, bañadas en oro.
Cleopatra, la reina del Nilo, tenía sirvientes, guardianes y un ejército de dos mil hombres, que la protegían ante cualquier ataque extranjero, Además, era una gran conquistadora, hasta que los enemigos de sus antepasados invadieron su ciudad. Es por ello que tuvo la necesidad de huir, por el mar Mediterráneo junto con su hermana menor.
El tiempo siguió transcurriendo y a los 39 años, la diosa egipcia, murió a causa de la picadura de una cobra egipcia, pero, antes de morir, escondió su collar en la gran esfinge de Giza, dejando a su cuidado a la princesa Nefertiti.
Algunos años pasaron y audaces exploradores decidieron investigar la majestuosa esfinge para encontrar las riquezas de la última de los faraones egipcios. Luego de varios meses de de arduo trabajo, Ronan, uno de los dos excavadores que se encontraban al mando de la misión, movió una roca y fue ahí cuando de repente, cayó un collar.
- ¡Debe ser el collar de Cleopatra! dijo John, el otro excavador. Cuando agarró la joya, se escuchó un gran estruendo.
- ¡Es… es la princesa Nefertiti, La fiel guardiana de Cleopatra! - dijo Ronan, atemorizado.
- ¡Qué grandioso! Alguien al fin ha encontrado, el gran tesoro de mi reina, pero, ¡pagaran por ello! - aseguró la princesa Nefertiti.
En ese mismo instante, los excavadores comenzaron a correr. Al intentar escaparse, las puertas de salida empezaron a cerrarse todas. De repente, desde el techo les cayó una trampa y los guardianes aprovecharon la situación para llevar a Ronan y a John con Cleopatra. Al ver a la imponente faraona, John quedó momificado; Ronan pudo esquivar los ataques que ésta le lanzaba. Luego de tanto correr, logró escapar de allí, conservando en su poder el gran collar.
Al llegar a la ciudad de El Cairo, contó lo sucedido, pero nadie le creyó. Los ciudadanos solo pedían pruebas del tan fantasioso hecho. Es por ello que Ronan sacó del bolsillo de la camisa el gran tesoro y lo exhibió a todos los presentes. En ese mismo instante, comenzó a desatarse una gran tormenta de arena. Entre los remolinos de viento, emergió la imagen de Cleopatra amenazando con provocar un tornado destructivo en todo Egipto y para el excavador, que había tomado sin permiso algo que no le pertenecía, una maldición eterna para él y toda su familia, si no era devuelta su tan preciada joya.
-¿Si te regreso el collar pondrás fin a la maldición? - preguntó Ronan.
- ¡Trato Hecho! Pero debes saber, que nunca tienes que apoderarte de algo que no es tuyo, y así lograrás evitar problemas mayores.
Entonces, Ronan extendió el brazo y devolvió el collar a Cleopatra. En ese momento, el sol reflejó sobre la joya e hizo que la diosa egipcia se desintegrara totalmente volviendo al lugar de donde no tendría que haber salido.
Los ciudadanos de El Cario realizaron una gran celebración en nombre del excavador, remarcando la valentía y sobre todas la cosas la honestidad de este joven, que sin duda fue, es y será un ejemplo a seguir.

Riveros Gabriel; Rodríguez Lucas;
Rodríguez Martin; Segura Celeste.
5to B. Turno mañana.
E.P. Nº 66.Regimiento de Granaderos a Caballo del General San Martin.

LA BRUJA Y EL REY

Había una vez…
Un rey llamado Celedonio, quien vivía en el bosque con sus doce hijos, once varones y una niña, la princesa Leonor. El rey se casó con una “BRUJA” y, era bruja, no es broma. Ella no quería a sus hijos, entonces, realizó una poción mágica y convirtió a los muchachos en once hermosos cisnes.
La única que se salvó fue la princesa Leonor, que no se dio cuenta de que sus hermanos, los príncipes, se habían convertido en cisnes. Viendo que no los encontraba por ningún lado, se puso a esperarlos bajo la sombra de un árbol. Pero, ella tenía una mascota, su gato negro, Horacio, que vio todo y enseguida le advirtió de lo sucedido. Leonor, enojada enfrentó a la bruja, pidiéndole que quite los hechizos de sus pobres hermanos. La bruja, entonces, la amenazó, diciendo:
- ¡Mejor que te vayas al fondo del bosque! ¡Niña caprichosa. Si no, te convertiré en sapo!
Leonor se asustó mucho y no quiso ir a ver a su padre para contarle lo ocurrido.
Florinda, que así se llamaba la bruja, ¡estaba enfurecida! Inmediatamente, empezó a preparar una nueva poción para la princesa Leonor y para el rey Celedonio. En su caldera puso: patas de arañas, ojos de serpientes, plumas de cuervos, pelos de gatos y piel de sapos. Quería asesinarlos… Pero, otra vez, el gato Horacio pudo ver lo que estaba haciendo y fue enseguida a contarle a la princesa.
Ella lo escuchó y decidió contarle a su padre, quien sin dudar, le propuso que juntos sorprendieran a la bruja realizando su maldad. Entraron, de golpe a la habitación de Florinda y la descubrieron haciendo los hechizos. El rey, muy enojado le ordenó quitarles la maldición a sus hijos y que tirase esa horrorosa poción. La bruja Florinda tuvo que obedecer. Dijo las palabras mágicas y al instante, los once cisnes volvieron a ser los príncipes.
El rey Celedonio, sabiendo ahora que su esposa era una mujer muy mala, mandó a sus guardianes a encerrarla. La princesa se puso muy feliz al estar nuevamente, todos juntos en el reino. Y que a su gato Horacio le pusieran un súper collar de perlas preciosas como premio por su fiel amistad. Gracias a él, que descubrió el engaño de la bruja, estaba ahora a salvo la familia real.
Y… Colorín, colorado… esta historia se ha terminado.
(Versión libre del cuento: “Disculpe, ¿es usted una bruja?)

Villarubía, Cristian. 2º A
Turno Mañana
E.P. Nº 66

NACE UNA PEQUEÑA PLANTA

Había una vez, un reino de plantas. El rey, que se llamaba Carlos, todos los años, antes que llegue la primavera, se ponía a plantar semillas. Esta vez, eran semillas de ciruelas.
Al pasar varios días, el rey Carlos notó que entre las plantas, una de ellas murmuraba. Precisamente, ese día, nació una plantita que sabía hablar. ¡Todos se quedaron asombrados, mirándola! El rey estaba muy atento por lo ocurrido. Es una planta muy diferente a todas las plantas –pensó el rey-. Grande fue su asombro cuando alguien habló:
- ¿Me darías agua, rey Carlos? –dijo la pequeña planta.
- ¡Sí, con mucho gusto! – contestó el monarca.
- ¿Cómo es que creciste tan rápido?- el hombre preguntó.
Y ella le respondió: - ¡Gracias, a vos que me cuidaste!
Desde ese día pasaron muchos días y meses. Hasta que una mañana, el rey notó que crecía enormemente y rápido, hasta convertirse en un gran árbol, en un gran árbol de ciruelas. Alrededor de sus ramas había muchas flores y frutos.
Entonces, el soberano Don Carlos dio un comunicado a toda su gente. Que a partir de ese momento seguirían plantando más semillas, como todos los años, para cuidarlas con cariño. Y así lograrían obtener más ciruelos que hablen, para alegría de todo el reino.

Cogrossi, Fair
4º C Turno Tarde
E.P. Nº 66

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