Existió un aventurero del que no se sabe su nombre, pero sí sus hazañas. Siempre salvaba a la gente ante cualquier cosa.
Un día tenía que ir a ver al rey para un tratado de paz en Inglaterra, en la torre más alta del castillo de Piccadilly Circus, según lo llamamos hoy a ese lugar.
Él estaba viajando sobre su caballo hasta que vio a una chica atacada por ladrones. El aventurero entró en combate y la salvó de los forajidos.
Ella le agradeció y lo acompañó en su viaje. Recorrieron distintos lugares hasta que encontraron una gárgola que dijo: “Para poder el camino cruzar, un acertijo tendréis que acertar”. El aventurero y la chica aceptaron el desafío; la gárgola pronunció: “¿Qué animal camina en cuatro patas, luego en dos y después en tres?”.
El aventurero y la chica se quedaron intrigados, pero luego él dijo: “¡El humano! Porque cuando nace, gatea; crece, está de pie y, en su vejez, usa un bastón como tercera pata”. La gárgola se hizo a un lado y los dejó pasar. Siguieron su camino hasta el castillo de Piccadilly Circus, donde la entrada fue fácil, pero al entrar, el aventurero se acordó de lo que le había dicho el rey: “Tan fácil no te será encontrarme, pues alguien cercano a tí podrá traicionarte”.
Él y la chica se acercaron a una puerta, la cual sería el fin del aventurero.
Un día tenía que ir a ver al rey para un tratado de paz en Inglaterra, en la torre más alta del castillo de Piccadilly Circus, según lo llamamos hoy a ese lugar.
Él estaba viajando sobre su caballo hasta que vio a una chica atacada por ladrones. El aventurero entró en combate y la salvó de los forajidos.
Ella le agradeció y lo acompañó en su viaje. Recorrieron distintos lugares hasta que encontraron una gárgola que dijo: “Para poder el camino cruzar, un acertijo tendréis que acertar”. El aventurero y la chica aceptaron el desafío; la gárgola pronunció: “¿Qué animal camina en cuatro patas, luego en dos y después en tres?”.
El aventurero y la chica se quedaron intrigados, pero luego él dijo: “¡El humano! Porque cuando nace, gatea; crece, está de pie y, en su vejez, usa un bastón como tercera pata”. La gárgola se hizo a un lado y los dejó pasar. Siguieron su camino hasta el castillo de Piccadilly Circus, donde la entrada fue fácil, pero al entrar, el aventurero se acordó de lo que le había dicho el rey: “Tan fácil no te será encontrarme, pues alguien cercano a tí podrá traicionarte”.
Él y la chica se acercaron a una puerta, la cual sería el fin del aventurero.
Tomás Nadaf
6to A - T.M.
E.P. Nº 28
EL CIRCO
Había una vez un mago y un león en un circo muy feliz que estaba en una ciudad.
Pero una tarde, empezó un conflicto. Al mago lo echaron porque usaba al león para trucos muy riesgosos. Como él tenía miedo que lo convirtiera en un ratón, empezó a comer gente para protegerse del mago. Una noche, el mago encontró al león durmiendo arriba de un trapo. El mago al trapo lo convirtió en un pozo muy profundo, en el que había gusanos, ratas y lombrices. El león se despertó y vio que tenía gusanos, ratas y lombrices en todo su cuerpo.
Cuando los rescatadores de animales lo sacaron, la fiera y el mago se hicieron amigos porque se dieron cuenta que ellos nacieron para estar unidos.
Flavio EstancieroPero una tarde, empezó un conflicto. Al mago lo echaron porque usaba al león para trucos muy riesgosos. Como él tenía miedo que lo convirtiera en un ratón, empezó a comer gente para protegerse del mago. Una noche, el mago encontró al león durmiendo arriba de un trapo. El mago al trapo lo convirtió en un pozo muy profundo, en el que había gusanos, ratas y lombrices. El león se despertó y vio que tenía gusanos, ratas y lombrices en todo su cuerpo.
Cuando los rescatadores de animales lo sacaron, la fiera y el mago se hicieron amigos porque se dieron cuenta que ellos nacieron para estar unidos.
3ro B - T.T.
E.P. Nº 28
EL CHICO DE LA LAGUNA
En unas vacaciones de verano fui a pasarlo a la casa de mi tía, que quedaba en el campo.
Una de las tardes de mucho calor me invitó a la laguna cercana a su casa para jugar en el agua y disfrutar de la frescura del lugar.
Después de unas horas me llamó la atención un chico que controlaba que la gente no fuera a la parte más profunda. Yo le pregunté a mi tía quién era el chico, y ella me contestó: “_ Es el chico de la laguna, él vive en una casita muy cerca de aquí, y como sabe lo peligroso que es, por propia experiencia, avisa a todos para que no les pase lo mismo que al padre.”
_Pero tía, ¿qué le pasó a su padre?
_Cuentan que el chico jugó una apuesta con sus amigos para ver quién sacaba más peces de la parte más honda. Uno de ellos dijo: “Salgamos, porque tengo frío” y salieron, pero él no escuchó y se quedó. Luego de unos minutos se oyeron gritos que pedían ayuda. Los amigos miraron a la laguna y estaba el nene. Entonces, corrieron para avisarle al padre que su hijo se estaba ahogando. El papá fue desesperado. Cuando llegó, se tiró al agua, logró llevar al chico a la arena pero él se atoró con una piedra y se ahogó.
Entonces pensé qué gran acción realiza el chico de la laguna.
Una de las tardes de mucho calor me invitó a la laguna cercana a su casa para jugar en el agua y disfrutar de la frescura del lugar.
Después de unas horas me llamó la atención un chico que controlaba que la gente no fuera a la parte más profunda. Yo le pregunté a mi tía quién era el chico, y ella me contestó: “_ Es el chico de la laguna, él vive en una casita muy cerca de aquí, y como sabe lo peligroso que es, por propia experiencia, avisa a todos para que no les pase lo mismo que al padre.”
_Pero tía, ¿qué le pasó a su padre?
_Cuentan que el chico jugó una apuesta con sus amigos para ver quién sacaba más peces de la parte más honda. Uno de ellos dijo: “Salgamos, porque tengo frío” y salieron, pero él no escuchó y se quedó. Luego de unos minutos se oyeron gritos que pedían ayuda. Los amigos miraron a la laguna y estaba el nene. Entonces, corrieron para avisarle al padre que su hijo se estaba ahogando. El papá fue desesperado. Cuando llegó, se tiró al agua, logró llevar al chico a la arena pero él se atoró con una piedra y se ahogó.
Entonces pensé qué gran acción realiza el chico de la laguna.
Juan Ignacio Fernández
5to B - T.T.
E.P. Nº 28
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