Llovía torrencialmente y yo caminaba muy rápido para llegar a casa.
De pronto oscureció todo a mí alrededor. Luego, una luz brillante me cegó por completo.
Cuando pude abrir mis ojos me encontraba en otra dimensión. Los hombres usaban trajes plateados y sus cabellos eran tan dorados que parecían hebras de oro puro.
Me acerqué con temor y cuando quise hablarles escuché que ellos me decían “Fuiste elegida entre millones. No tengas miedo”.
Por más extraño que pareciera no utilizaban ningún lenguaje conocido por mí, sin embargo pude entenderlos.
No recuerdo cuanto tiempo realmente pasó. A mí me parecieron años. Luego comprobé que no fueron más que un par de horas.
Fue el viaje más bello de mi vida. Recorrimos lugares inimaginables. Fue la experiencia más impresionante e impactante que jamás pude haber soñado. Esos seres que me acompañaban eran sociables, tiernos y de una calidez sobrehumana.
Nunca en el tiempo que compartimos sentí temor. Al despedirme me hicieron tocar una rosa. Al hacerlo, ella desprendió rayos de luz y mis manos sintieron una brisa cálida que las acariciaba. Luego colocaron la rosa en una caja de cristal y me dijeron que desde ese momento nuestras vidas estarían siempre conectadas, ya que la rosa cambiaría de color de acuerdo a mis estados de ánimo. Y que si algún día yo los necesitaba, sólo mirando a la flor, ellos lo sabrían y en instantes estarían a mi lado.
No sé si fue un sueño, una fantasía, un viaje a través del tiempo o el futuro adelantándose al presente.
Hoy sólo sé que desde ese día mi vida cambió, mis manos llevan el color y el perfume de la rosa donde quiera que yo vaya y esa calidez y amor que recibí puedo transmitirlos. Eso me hace inmensamente feliz.
De pronto oscureció todo a mí alrededor. Luego, una luz brillante me cegó por completo.
Cuando pude abrir mis ojos me encontraba en otra dimensión. Los hombres usaban trajes plateados y sus cabellos eran tan dorados que parecían hebras de oro puro.
Me acerqué con temor y cuando quise hablarles escuché que ellos me decían “Fuiste elegida entre millones. No tengas miedo”.
Por más extraño que pareciera no utilizaban ningún lenguaje conocido por mí, sin embargo pude entenderlos.
No recuerdo cuanto tiempo realmente pasó. A mí me parecieron años. Luego comprobé que no fueron más que un par de horas.
Fue el viaje más bello de mi vida. Recorrimos lugares inimaginables. Fue la experiencia más impresionante e impactante que jamás pude haber soñado. Esos seres que me acompañaban eran sociables, tiernos y de una calidez sobrehumana.
Nunca en el tiempo que compartimos sentí temor. Al despedirme me hicieron tocar una rosa. Al hacerlo, ella desprendió rayos de luz y mis manos sintieron una brisa cálida que las acariciaba. Luego colocaron la rosa en una caja de cristal y me dijeron que desde ese momento nuestras vidas estarían siempre conectadas, ya que la rosa cambiaría de color de acuerdo a mis estados de ánimo. Y que si algún día yo los necesitaba, sólo mirando a la flor, ellos lo sabrían y en instantes estarían a mi lado.
No sé si fue un sueño, una fantasía, un viaje a través del tiempo o el futuro adelantándose al presente.
Hoy sólo sé que desde ese día mi vida cambió, mis manos llevan el color y el perfume de la rosa donde quiera que yo vaya y esa calidez y amor que recibí puedo transmitirlos. Eso me hace inmensamente feliz.
Leguizamón Loana
4to año B Turno tarde
E.P. Nº 22
COLISO, EL OSO GRUÑON
Había una vez, en un rincón muy lejano de la selva africana, un oso grande y gruñón llamado Coliso.
Jamás se había alejado de su cueva. Hasta que un buen día se animó a salir.
Se encontró con un elefante muy alegre al que trató de asustar.
_ Yo no te tengo miedo_ dijo el elefante. ¿Por qué eres tan gruñón?
Entonces Coliso respondió:
_ Es porque tengo miedo. Nunca me alejé de mi cueva y creía que no había nadie más…
_ Ven, acompáñame y te mostraré que somos muchos los animales que vivimos en la selva_ dijo el elefante.
Coliso lo acompañó y al ver tantos animales diferentes comprendió que no debía tener miedo.
Desde ese día tuvo muchos amigos y dejó de ser un oso gruñón.
Jamás se había alejado de su cueva. Hasta que un buen día se animó a salir.
Se encontró con un elefante muy alegre al que trató de asustar.
_ Yo no te tengo miedo_ dijo el elefante. ¿Por qué eres tan gruñón?
Entonces Coliso respondió:
_ Es porque tengo miedo. Nunca me alejé de mi cueva y creía que no había nadie más…
_ Ven, acompáñame y te mostraré que somos muchos los animales que vivimos en la selva_ dijo el elefante.
Coliso lo acompañó y al ver tantos animales diferentes comprendió que no debía tener miedo.
Desde ese día tuvo muchos amigos y dejó de ser un oso gruñón.
Destefano Gianluca
2do año C Turno tarde
E.P. Nº 22
EL PREMIO MÁS LINDO
Esta es la historia de Matías que quería ganar un “Certamen de escritura del mejor cuento”. El premio era un auto a control remoto y Matías trabajó durante un mes para conseguir ese premio que sus padres no podían comprar.
Llegó el gran día y se presentó con su cuento. El sol brillaba más que nunca y él sintió una felicidad enorme.
Entró al salón. Había otros colegios participantes y comenzaron con la lectura. Su historia iba pasando de etapa en etapa. Estaba seguro de que iba a ganar.
Cuando llegó el momento de la final y sólo restaba llevarse a casa el auto… hubo un “error de cálculos” y el auto se lo llevó un chico de otro colegio.
¡Qué tristeza sintió Matías! No había consuelo para él.
Al llegar a su casa abrió la puerta y estaba todo oscuro. No había nadie. Pero al encender la luz toda la familia, incluso Cachito, su gato, lo recibieron como un ganador.
Su madre lo abrazó y le dijo:
_ Hijo, no hay mayor premio que tener a toda la familia unida y que nos demos tanto amor.
Matías comprendió que su auto algún día llegaría pero que su familia no podía comprarla con ningún certamen de premios.
Babravicius MicaelaLlegó el gran día y se presentó con su cuento. El sol brillaba más que nunca y él sintió una felicidad enorme.
Entró al salón. Había otros colegios participantes y comenzaron con la lectura. Su historia iba pasando de etapa en etapa. Estaba seguro de que iba a ganar.
Cuando llegó el momento de la final y sólo restaba llevarse a casa el auto… hubo un “error de cálculos” y el auto se lo llevó un chico de otro colegio.
¡Qué tristeza sintió Matías! No había consuelo para él.
Al llegar a su casa abrió la puerta y estaba todo oscuro. No había nadie. Pero al encender la luz toda la familia, incluso Cachito, su gato, lo recibieron como un ganador.
Su madre lo abrazó y le dijo:
_ Hijo, no hay mayor premio que tener a toda la familia unida y que nos demos tanto amor.
Matías comprendió que su auto algún día llegaría pero que su familia no podía comprarla con ningún certamen de premios.
5to año C Turno tarde
E.P. Nº 22
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