En un lejano pueblo de oriente vivía Aladino con su mamá.
Un día Aladino salió a pasear por el bosque y se le apareció un mago que la entregó un anillo y le mandó a buscar una lámpara a un castillo embrujado.
El muchacho siguió las instrucciones del mago y consiguió la lámpara.
El mago dejó a Aladino encerrado en el castillo, entonces el joven frotó la lámpara y salió un genio al que le pidió volver a su casa.
Por supuesto, Aladino regresó a su casa con la lámpara, y todo lo que le pedía el protagonista de la historia, el genio se lo concedía.
Cierto día, Aladino se encontraba paseando por el bosque y se encontró con una princesa de la que se enamoró y le pidió al genio de la lámpara casarse con ella, deseo que también fue concedido.
Aladino, la princesa y el genio de la lámpara vivieron muy felices en un hermoso palacio.
Tan grande era la felicidad que sentían, que la pareja pensaba: ¡Qué lindo sería si fuéramos los dueños de una lámpara y pudiéramos compartir alegría, paz y amor con toda la gente del pueblo y con el mundo entero!
Escritura delegada, dictado al maestro.Un día Aladino salió a pasear por el bosque y se le apareció un mago que la entregó un anillo y le mandó a buscar una lámpara a un castillo embrujado.
El muchacho siguió las instrucciones del mago y consiguió la lámpara.
El mago dejó a Aladino encerrado en el castillo, entonces el joven frotó la lámpara y salió un genio al que le pidió volver a su casa.
Por supuesto, Aladino regresó a su casa con la lámpara, y todo lo que le pedía el protagonista de la historia, el genio se lo concedía.
Cierto día, Aladino se encontraba paseando por el bosque y se encontró con una princesa de la que se enamoró y le pidió al genio de la lámpara casarse con ella, deseo que también fue concedido.
Aladino, la princesa y el genio de la lámpara vivieron muy felices en un hermoso palacio.
Tan grande era la felicidad que sentían, que la pareja pensaba: ¡Qué lindo sería si fuéramos los dueños de una lámpara y pudiéramos compartir alegría, paz y amor con toda la gente del pueblo y con el mundo entero!
3º año “B”, turno tarde
E.P. Nº 49
FUEGO VS. AGUA
Hace mucho tiempo… en una tierra perdida vivía un Dios llamado Fuego (Dios de los volcanes). Vivía solo en las tenebrosas cavernas de los volcanes que entraban en erupción cuando él se enojaba.
Tenía un gran enemigo…Poseidón (Dios del mar y de las criaturas marinas) que toda su vida quiso apagar el fuego de las cavernas (por ser el agua la gran enemiga del fuego)
Un día, Poseidón tuvo un gran problema. Muchos barcos se estaban organizando para matar a las sirenas. Poseidón necesitaba ayuda, entonces, pensó en Fuego. Pero cuando Fuego se enteró no quiso ayudarlo ya que él era su enemigo. Después, Fuego lo pensó mejor y como no quería que murieran más criaturas, lo ayudó. Incendió los barcos con una gran erupción y salvó a las sirenas.
Poseidón, agradecido, le prometió que no lo volvería a molestar y que le debía un favor.
Tenía un gran enemigo…Poseidón (Dios del mar y de las criaturas marinas) que toda su vida quiso apagar el fuego de las cavernas (por ser el agua la gran enemiga del fuego)
Un día, Poseidón tuvo un gran problema. Muchos barcos se estaban organizando para matar a las sirenas. Poseidón necesitaba ayuda, entonces, pensó en Fuego. Pero cuando Fuego se enteró no quiso ayudarlo ya que él era su enemigo. Después, Fuego lo pensó mejor y como no quería que murieran más criaturas, lo ayudó. Incendió los barcos con una gran erupción y salvó a las sirenas.
Poseidón, agradecido, le prometió que no lo volvería a molestar y que le debía un favor.
Colman Jorge – Panópulos Jorge
5º año “A”, turno mañana
E.P. Nº 49
UNA VIDA DE LUCHA POR SUS IDEALES
El Buenos Aires de principios del siglo XIX presentaba una fisonomía de una extensa y rica llanura, donde se concentraba mayor población de habitantes en la zona cercana al puerto.
En sus calles de tierra había casas de estilo colonial, las recorrían algunas carretas que transportaban todo tipo de productos alimenticios. Por las mañanas eran muy transitadas por vendedores ambulantes que anunciaban a la vecindad la venta de sus mercaderías. Los vecinos realizaban sus compras. Y por las tardes concurrían a misa.
Por las noches los hombres y mujeres compartían las tertulias realizadas en casa de alguna familia distinguida.
Toda la vida cotidiana parecía desarrollarse con tranquilidad entre los pobladores pero en realidad no era así.
En el Cabildo, los representantes del pueblo de Buenos Aires mantenían continuas disputas con los representantes del interior de las Provincias Unidas del Río de La Plata, por tener distintas ideas. Los primeros creían conveniente continuar bajo la dependencia española, mientras que los otros preferían independizarse.
Las noticias de estos acontecimientos llegaron a España a oídos del Teniente Coronel don José de San Martín, quien por sus orígenes criollos y por sus ideas de libertad, decide abandonar España y dirigirse a Buenos Aires para luchar por la independencia de los pueblos americanos.
A su llegada fue recibido por los miembros del Primer Triunvirato, quienes le encargaron la creación de un regimiento para combatir a los españoles. San Martín aceptó la orden y creó el regimiento de “Granaderos a caballo”.
Transcurrido un tiempo el militar comenzó a desconfiar de los miembros del Directorio acerca de sus ideas de independencia y el 8 de octubre de 1812, junto con sus tropas exigieron la renuncia de los mismos. En consecuencia fue designado un segundo Triunvirato.
A partir de este momento dedico su vida a constantes batallas para cumplir su sueño. La primera fue en nuestro país, la batalla de San Lorenzo 1813. Luego en 1817 realizó el cruce de los Andes para liberar a Chile y, por último, en 1820 la Campaña al Alto Perú.
Todas sus victorias las consiguieron con mucho esfuerzo ya que no contaba con apoyo económico de los gobiernos, ni con un buen estado de salud, pero a pesar de todo mantuvo firme sus convicciones hasta lograrlas. Éste es un mérito que toda persona debería seguir para su vida.
En sus calles de tierra había casas de estilo colonial, las recorrían algunas carretas que transportaban todo tipo de productos alimenticios. Por las mañanas eran muy transitadas por vendedores ambulantes que anunciaban a la vecindad la venta de sus mercaderías. Los vecinos realizaban sus compras. Y por las tardes concurrían a misa.
Por las noches los hombres y mujeres compartían las tertulias realizadas en casa de alguna familia distinguida.
Toda la vida cotidiana parecía desarrollarse con tranquilidad entre los pobladores pero en realidad no era así.
En el Cabildo, los representantes del pueblo de Buenos Aires mantenían continuas disputas con los representantes del interior de las Provincias Unidas del Río de La Plata, por tener distintas ideas. Los primeros creían conveniente continuar bajo la dependencia española, mientras que los otros preferían independizarse.
Las noticias de estos acontecimientos llegaron a España a oídos del Teniente Coronel don José de San Martín, quien por sus orígenes criollos y por sus ideas de libertad, decide abandonar España y dirigirse a Buenos Aires para luchar por la independencia de los pueblos americanos.
A su llegada fue recibido por los miembros del Primer Triunvirato, quienes le encargaron la creación de un regimiento para combatir a los españoles. San Martín aceptó la orden y creó el regimiento de “Granaderos a caballo”.
Transcurrido un tiempo el militar comenzó a desconfiar de los miembros del Directorio acerca de sus ideas de independencia y el 8 de octubre de 1812, junto con sus tropas exigieron la renuncia de los mismos. En consecuencia fue designado un segundo Triunvirato.
A partir de este momento dedico su vida a constantes batallas para cumplir su sueño. La primera fue en nuestro país, la batalla de San Lorenzo 1813. Luego en 1817 realizó el cruce de los Andes para liberar a Chile y, por último, en 1820 la Campaña al Alto Perú.
Todas sus victorias las consiguieron con mucho esfuerzo ya que no contaba con apoyo económico de los gobiernos, ni con un buen estado de salud, pero a pesar de todo mantuvo firme sus convicciones hasta lograrlas. Éste es un mérito que toda persona debería seguir para su vida.
Gonzaga Fernando
6 año “B”, turno tarde
E.P. Nº 49
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