En una chacra había un asno que no obedecía a su amo.
Era haragán, se negaba a caminar cuando su amo tenía que llevar mercaderías al pueblo, siempre rebuznaba enojado y daba fuertes coces.
También vivía allí, una perrita llamada Lulú. Lulú era todo lo contrario, pues amaba a su amo, lo hacía reír con sus piruetas, dormía junto a su cama y cuidaba la casa.
Un día el asno, hirió a la perrita con una fuerte patada. Lulú murió después de varios días.
El amo enojado y dolorido por la perdida de la perrita, vendió al asno.
Moraleja: Los perversos siempre son despreciados.
Arrieta JacquelineEra haragán, se negaba a caminar cuando su amo tenía que llevar mercaderías al pueblo, siempre rebuznaba enojado y daba fuertes coces.
También vivía allí, una perrita llamada Lulú. Lulú era todo lo contrario, pues amaba a su amo, lo hacía reír con sus piruetas, dormía junto a su cama y cuidaba la casa.
Un día el asno, hirió a la perrita con una fuerte patada. Lulú murió después de varios días.
El amo enojado y dolorido por la perdida de la perrita, vendió al asno.
Moraleja: Los perversos siempre son despreciados.
4° grado “B”
Turno tarde
E.P. Nº 38
EL APRENDIZ DE MAGO Y UN SOMBRERO PELIGROSO
El mago Merlín recibió el encargo de desencantar a una princesa que había perdido la memoria, por el hechizo de un brujo.
El sombrero de Merlín tenía poderes mágicos y con él podría destruir el hechizo que Mustafá, el brujo, le había hecho a la princesa.
Merlín ordenó a su sombrero que se posara en la cabeza de Mustafá y disolviera el hechizo.
El brujo malo, al sentir sobre sí el sombrero, se encolerizó y lo arrojó con furia al piso.
Merlín insistió y logró que Mustafá desapareciera bajo el sombrero.
En ese momento la princesa recobró la memoria.
Rosalía, que así se llamaba la princesa, premió a Merlín con mil monedas de oro y el rey, su padre, permitió que la princesa y el mago se casaran.
Arrieta JacquelineEl sombrero de Merlín tenía poderes mágicos y con él podría destruir el hechizo que Mustafá, el brujo, le había hecho a la princesa.
Merlín ordenó a su sombrero que se posara en la cabeza de Mustafá y disolviera el hechizo.
El brujo malo, al sentir sobre sí el sombrero, se encolerizó y lo arrojó con furia al piso.
Merlín insistió y logró que Mustafá desapareciera bajo el sombrero.
En ese momento la princesa recobró la memoria.
Rosalía, que así se llamaba la princesa, premió a Merlín con mil monedas de oro y el rey, su padre, permitió que la princesa y el mago se casaran.
4°grado “B”
Turno Tarde
E.P. N° 38
EL PRINCIPITO (Cuento la historia)
El hombre estaba en el desierto arreglando el avión. Encontró a un niño y le pidió que le dibujara un cordero.
Stagnaro, Gabriel1° grado “A”
Turno Mañana
E.P. N° 38
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